La milicia de Cristo II

Ser un hijo de Dios es un privilegio, pues la misericordia del Altísimo nos ha sido concedida por la gracia de Jesucristo. Entrar al servicio del Señor Jesús como soldado de su reino es una gran bendición, ya que son muchos los llamados pero pocos los escogidos. Las Escrituras nos enseñan que ser “escogido” por Dios, es tener el honor de ser investido con el Poder del Espíritu Santo. Por tanto, el soldado que le sirve a Jesucristo tiene un código de conducta que le identifica como soldado del reino de Dios.

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