El hombre fue creado para vivir en plenitud espiritual y esta plenitud se logra solo en el mundo espiritual (lo sobrenatural en Dios). Sin embargo vemos que el ser humano persiste en vivir en el mundo natural (basado en los sentidos), lo que no le permite realizarse según el plan de Dios, pues no fue creado para vivir sin la dirección y cobertura del Altísimo. Como resultado de vivir separado de su creador, el hombre vive dominado por su propia concupiscencia e inmundicias. Pero Dios rico en misericordia para rescatar al hombre estableció su plan de salvación y gracias a ese plan es posible huir de corrupción del mundo y participar de la naturaleza divina del Señor.